(Entrevista
con el escritor Javier Alvarado, Premio Rubén Darío y Nicolás Guillén)
La
poesía es la musa de los pueblos, se puede conocer mejor el devenir de un país
a través de sus cantores que en sus libros de historia. Quizás por ello el
poeta panameño Javier Alvarado se ha tomado un aparte en su periplo por Cuba,
para detenerse en San Juan de los Remedios, ciudad casi cinco veces centenaria,
pueblo fundacional. Este bardo, que a pesar de su juventud ya cuenta con dos
importantes premios, el Nicolás Guillén y el Rubén Darío, nos habla acerca de
la poesía y su amor por la isla con la naturalidad y el alma de un gran
artista.
Mauricio
Escuela: ¿Qué motivó su periplo por nuestro país?
Javier
Alvarado: Tengo que remitirme al Premio
Rubén Darío, pues se lo prometí a la
Virgen de la
Caridad del Cobre. Resulta que también hace unos días obtuve
el Nicolás Guillén, el Poeta Nacional de Cuba. Por lo que son dos galardones
que ofrezco a la madre espiritual de este país. Mi viaje incluirá Santa Clara,
Holguín y por supuesto Santiago. He querido coincidir con las fiestas
martianas, para rememorar a un Apóstol de Nuestra América. Mi deseo consiste en
ahondar en las raíces de la literatura isleña, en su identidad.
ME: Se
que su poesía está muy relacionada con la identidad nacional cubana, ¿cómo
refleja esa identidad?
JA: Mi poesía ha bebido en los bardos cubanos
desde muy temprano, tuve la suerte de formarme con una poetisa que fue agregada
cultural en este país, y en su biblioteca estaban autores como Eliseo Diego,
Cintio Vitier, Fina García Marruz, Fayad Jamís, Lina de Feria. Mi primer
contacto con Lezama fue en el primer viaje que hice fuera de Panamá, en el
malecón de La Habana ,
comprando su poesía completa. Un gran descubrimiento, uno de mis autores de
cabecera. También Virgilio Piñera, Onelio Jorge Cardoso en cuento. Siempre me
he preocupado por seguir la literatura cubana, no paro de pedir referencias
sobre los autores de la isla. Principalmente he cultivado el neobarroco, con
Severo Sarduy y José Lezama como guías.
Me
menciona a un José, en Cuba también tenemos otro, conocido por el Apóstol, ¿hay
referencias a Martí en su poesía?
JA: Puede decirse que Martí es un escritor, pero
a la vez un héroe. Él es la raíz de la cultura auténtica de la isla. Su amor
por el arte, por la dignidad, trasciende las fronteras. Él nunca morirá,
mientras haya personas que lo recuerden y sigan su ejemplo.
ME: ¿Por
qué quiere dedicarle su obra a la
Virgen de la
Caridad del Cobre?
JA: El contacto que tengo con la Virgen desde mis primeros
viajes a Cuba fue tan especial, que le prometí traerle mis libros de poesía al
cabo del tiempo. Han pasado doce largos años y aquí estoy. El Premio Rubén
Darío, que han obtenido tantos grandes poetas, es para ella. Algo muy personal,
muy espiritual. Estoy aquí gracias a ella.
ME:
Entonces ya que sigue a Martí, a Lezama y es devoto además a la Virgen de la Caridad del Cobre, ¿podría
usted definirse como un poeta panameño-cubano?
JA: Hay un amor espiritual muy fuerte que me
conecta con Cuba. Puede decirse que sí, soy un panameño con mucha influencia de
la cultura de esta isla.
Javier
Alvarado, joven sensible y conocedor de los secretos de la imagen poética,
tiene como anhelo compartir nuestros héroes, el arte de la isla, su gente. Por
ello este periplo, de ahí su espíritu desbordante. Él es un ejemplo de esa
juventud latinoamericana que como la plata en las raíces de los Andes se
levanta unida en un solo soplo continental.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Prohibido abandonar el blog sin comentar